miércoles, 27 de junio de 2012

laVUELTAdelSONIDO

En la vida pasamos por infinidad de etapas. Antes de darnos cuenta de que hemos saltado a una nueva, quizá hayamos recorrido tres o cuatro fases sin habernos percatado. Este blog ha tenido un papel muy importante durante los años en los que ha formado parte de mí, al igual que cada entrada que guardaré siempre. Los comentarios sobre mis textos que algunas valiosas personas me daban por una vía u otra, y a las que doy las GRACIAS por leer. laHUIDAdelSONIDO ha cumplido un papel y es hora de dejar de representarlo. Un lugar nuevo con otras ideas y, espero, con un aire menos viciado, verá la luz cuando el tiempo me lo permita. Sin más, gracias y hasta siempre, AMIGO

sábado, 28 de abril de 2012

Tablas


¿Sabes de esa sensación en la que hay algo delante, lo quieres, lo tienes, pero sabes que no es para ti? Sé que no, pero la retórica es la única forma que tengo de explicar todo aquello que tú vas a seguir sin entender cuando acabe. Yo uno un montón de conexiones que tienen sentido, pero tú no las necesitas para comprender el mundo. Sobreponemos cosas diferentes en el curso natural de la vida, y buscamos lugares distintos para sentar a nuestras ideas a tomar el aire. ¿Cómo vamos a entendernos? te repito constantemente, pero la verdad es que sé cómo y es simple, como tú.

sábado, 28 de enero de 2012

¿Cuándo empezó a pasar?

Los engranajes empezaron a encajar mal. Falta de aceite me repetía el mecánico por teléfono, y como un perro obediente yo cumplía su repetitivo consejo. Al final, el coche no hacía más que gotear el líquido negro y yo tropezaba cada dos por tres con los charcos que dejaba en el suelo. Más de una vez resbalé y me di de bruces contra el asfalto. Me quedaba tendido al lado del coche que tantos viajes y alegrías, y tan emocionantes carreras había vivido conmigo. Él se negaba a arrancar y yo, exhausto, a levantarme. Ya no respondía a mis palabras. El mecanismo no encajaba. Cumplía las instrucciones de mi mecánico a rajatabla pero no había forma. El motor hacía desagradables ruidos de caldera, y chirriaba como unos muelles oxidados. Y yo seguía echando aceite, esperando que en algún momento las piezas volviesen a sonar como antes.

martes, 20 de diciembre de 2011

Infancia

Por aquellos años en los que nuestra máxima preocupación era ganar el partido en  el recreo. Por los días en los que las notitas entre amigos y las cartas de amor no hacían sino potenciar nuestra inocencia. Por esos profesores que aún hoy nos hacen recordar nuestra niñez como un cuento. Por el comedor. Por los compañeros, que aunque muchos ya no están, no habríamos cambiado por nada. Por los cromos y las colecciones que intercambiábamos. Por los juguetes. Por las tizas que tomábamos prestadas cuando la ''seño'' no miraba, y por las historias que inventábamos con ellas en el suelo del patio. Por la rayuela. Por los juegos de palmas y la comba. Por las caídas y las heridas en las rodillas. Por los lápices de colores y los dibujos. Por los libros infantiles y sus personajes. Yo, en especial, por la rata Renata, a la que sigo buscando en la sección de niños. Por los mundos que nos ayudaban a inventar. Porque éstos no daban miedo.Y por qué no, por nosotros, por los que todavía nos resignamos a crecer.  

martes, 29 de noviembre de 2011

Junto al agua

El agua acariciaba sus pies. La marea había subido y como le sigue a este acontecimiento, el sol había caído también, como caen las estaciones, los vestidos y los amores de verano. Llevaba recostada próxima a la orilla varias horas. Sus codos, a consecuencia del peso y del paso del tiempo, se habían hundido en la arena. Sus manos habían sobrevivido a la inmersión dibujando formas sobre la superficie con los dedos. Pero de nada de esto se había dado percatado. Ni del agua, la arena, ni tampoco de la oscuridad que asomaba por el horizonte. Su mente estaba lejos de allí.