viernes, 21 de octubre de 2011

Vida ( parte II )

Como echarte de menos no es suficiente, extraño todo lo que me dabas. Es un estúpido intento de llenar el vacío que me has dejado y que me quita el oxígeno. A pesar de mi esfuerzo, resulta difícil apartar los últimos meses, tu sufrimiento. El final. Tu sonrisa permanecía inalterada, como tu esperanza de mejorar. Tus ojos reflejaban lo agotada que estabas pero ni el dolor ni las dificultades podían contigo. No merecías que sonase el reloj para marcharte tan pronto. Fue algo inesperado y me frustra la idea de que no tengas un mañana. Con el puño apretado, las uñas se me clavan en las palmas de las manos, sin respirar porque no lo puedo creer. Escribiéndote esto como si lo fueses a leer…

Siento desesperación al pensar y ver que el tiempo hace que tu imagen vaya difuminándose en mi mente. Todo se entremezcla en mi cabeza, las ideas, los lugares, tu voz. No sé enmarcar los recuerdos en el tiempo. Hago capturas personales de espacios impersonales que se vuelven cálidas con la simple presencia  de tu nombre. Siento miedo. Miedo a dejar de verte nítida en mis entrañas, miedo a que algún día los recuerdos no sean como los recordaba, pero no te dejaré sola. Los días especiales seguirán siéndolo, así como los tristes. Quiero seguir andando y que tú lo hagas conmigo. Quiero que sigas riéndote en voz baja yendo por la calle, gritando alegremente por el descansillo, llorando en voz alta desde la cocina al sofá. Me seguiré dejando guiar por tus seguros pasos de ciego por Madrid, sabiendo que en cualquier momento tendremos que preguntar la dirección. Haré lo que quieras con tal de que no te vayas, aun sabiendo que hay cosas que no podré cambiar.

Cuando nos enfrentamos a la realidad los recuerdos vienen con más facilidad; cuando no lo hacemos, nuestra cabeza parece una nebulosa. Así que este fin de semana iré a recogerte. Intentaré no mirar: saludaré, tomaré tu recuerdo y me marcharé. Me dolerá pero es una de esas cosas que necesito hacer para sentirte más cerca. Será difícil, los lugares fúnebres no van conmigo y menos si se trata de ti. Pero tranquila, me iré después y no te olvidaré. Te seguiré echando de menos, aunque todo se vaya difuminando. Aunque pase el tiempo, me haga mayor y pierda memoria, siempre formarás parte de la vida que yo aún conservo y que tú me enseñaste a disfrutar.  Amiga, sólo tú.

3 comentarios:

  1. No está mal señorita :). Triste final, como la mayoría de los finales, es difícil a veces poder afrontar la vida siendo un barco a la deriva tras haber desaparecido el cabo que lo ataba al muelle, cuesta.

    Sigue así bea, tienes cosas geniales, y muchas de esas frases penetran dentro de cada uno de nosotros.

    :-*

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  2. ¡Por fin me deja escribir comentarios!

    Bueno señorita, ya sabes que me gusta mucho el texto pese a lo que te comenté de los cortes del ritmo, esta tarde miramos cuatro cosas ;)

    Espero que no tardes meses en escribir porque...¡cuántas palabras perdidas!

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  3. Ahora sí que sí señorita. Eso es darle ritmo y alma a un texto, y quien diga lo contrario no tiene ni la más mínima idea de lo que está diciendo.

    Me quito el sombrero humildemente, y espero seguir leyéndote :)

    Me alegro de poder haber ayudado un poco.

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